Cómo salir del palimpsesto
Ángela Serna
(Prólogo de Elsa
López)
L.U.P.I. 2019
113 páginas
Se abre el telón. Son Calderón y
Shakespeare. Penélope abre su ventana y escucha el cielo sobre el teatro del
mundo. Alguien explora lo más liviano de la semiótica. Es Umberto Eco. Los
lenguajes no son reinos que instauran las palabras. Ellas no reinan. Ellas son
lo que vuela y lo que se asienta. Una poeta indaga en el proceso de
sedimentación y en la aventura del arrastre. Es Ángela Serna. Mucho
más allá del juego de los contrarios y del afán de la acumulación, la poeta
soporta ser consciente del tránsito. Resiste. Rastrea la huella mínima que,
siendo efímera, contribuye a marcar los caminos. El camino es la unión. El
camino lleva al cruce. Todo es camino y caminar. El caminante interioriza y
anota. Aventura, valor, precisión. El azul es caída. Reposo y caída. Cielo y mares.
De eternidad en eternidad. Tanto en el tránsito de la nube como en la pirueta
de la ola. Igual que una crisálida abriéndose a las puertas del mar. Y
la voz se adelgaza para buscar no sólo la belleza, sino también la pureza. Por
tanto, hay destilación. No sólo busca la poeta el dibujo que deja en el aire lo
ausente, sino que busca su perfume también. Y su melancólica melodía. Desde
la orilla, sólo me llega / la voz de un viejo sauce llorando. ¿Qué
importa el dolor entonces? El dolor que ya era se vuelve sustrato, medio y vía.
Hay reparación. Es Flaubert. Es preciso franquear los límites para rescatar ...Nos
devolverá la locura / la cordura de creer / que fuimos un tiempo / dueños / de
nuestras / infracciones... Hay que rizar el rizo de lo más azul para hallar
lo más luminoso. Tanto en la singladura como en el vuelo. Avanzamos
lentamente confiando / al aire lo que es del aire. / Al mar lo que
es del mar. Se cierra el telón y la lectora, emocionada, comprende que
regresa de un viaje y de un reposo. Guarda en su memoria la odisea compartida
en el laberinto de la palabra. Conoce un nuevo color, otra tonalidad más rica y
matizada en el lecho del palimsesto. Y todo es agradecimiento y gozo. Y la
lectora no desea salir del palimpsesto.