Si leemos Muerte y fama de Allen Ginsberg, el prefacio de Altazor de Vicente
Huidobro, Itaca de Cavafis, On This Island de W.H. Auden, Todesfuge
de Celan, No podemos saberlo de Natalia Ginzburg, No existe el infinito de
Chantall Maillard, Persistencia del olvido de Felipe Benítez Reyes, Antepasados de Carlos Mestre o incluso El
huevo y la gallina de Clarice
Lispector, nos preguntamos ¿no es la poesía eso que también es la vida?; ¿no es
la poesía eso que metafísica, íntimamente, nos conmueve?; ¿no es la poesía un bien común?