sábado, 27 de marzo de 2021

MÁS IMPORTANTE QUE IMPORTANTE

 

Ricardo Carpani

Llevo toda la vida diciendo que soy poca cosa. La gente me regaña. Mi madre me reñía, mis amigos me riñen. ¿Cómo puedes decir eso? Te quitas mérito. Te ofendes a ti misma. Es obsceno.

No os pongáis así, digo yo. Si comparas lo que tienes dentro con lo que hay fuera, uno es poco. A mí me parece mentira que alguien se las dé de importante, que alguien se crea grande. Se confunde ser con ser-grande. Cuanto más grande, más eres. Eres más grande que grande. Así piensan muchos que, rizando el rizo, confunden ser con tener y tener con tener-importancia. Se confunde comprender con comprehender. 

Soy una miaja de algo cambiante. Cómo puede alguien creerse más que eso. Quizás porque eso es lo que le recomienda la publicidad: Porque tú lo vales. ¿Qué vales? ¿Por cuánto te vendes? A lo mejor hemos llegado al meollo: hay que ponerse en venta y buscar un sobreprecio, un margen para el regateo al que te verás sometido. Una plusvalía.

Soy una chispita de algo indefinido, incógnito, inabarcable. Y el otro también, y el otro, y el otro. Nadie sabe de qué clase de sustancia somos esa diminuta porción. ¿Dónde ves tú la importancia del tamaño, la cantidad, la medida? ¿Dónde? Soy, eres, y somos un pelín de lo mismo: de esa extrañísima, fabulosa materia que se deja personalizar y siempre adquiere matices asombrosos.

No entiendo a los hinchas de sí mismos, a los practicantes del yoísmo. La única manera de estar en el mundo para mí es siendo una pequeña egoescéptica, pasmada ante la multiplicidad.