BOLAS DE PAPEL DE PLATA (Arte Activo Ediciones, Vitoria-Gasteiz, 2014) se presentó el 25 de septiembre en el Museo de Bellas Artes de Vitoria. Acompañaron a la autora el escritor y editor Roberto Lastre, el profesor y poeta Juan L. de la Cruz y el pintor José Velázquez de Castro.
Bolas de
Papel de Plata es un libro de narrativa breve, o quizás podría decir intuitiva.
Son pequeños cuentos que proceden de pequeños impactos sobre la percepción y
sobre la emoción. El mundo es a veces bobo y de colores; otras veces profundo y
oscuro; otras, trasparente y naiv. A
veces la memoria despierta con su inmenso ojo azul. A veces la ciudad es un
cuadro impresionista o puntillista. El formato cuento breve es adecuado para
reproducir este cliqueo y parloteo de la realidad. Como si el tweet pudiera tener una página o dos.
Los
escenarios de la realidad producen en ocasiones la experiencia del
extrañamiento, cuando las cosas apenas tienen significado y cobran un punto
onírico. En otras ocasiones la realidad nos presenta una imagen nítida y los
habitantes de esa realidad se vuelven nuestros confidentes y nos revelan sus
secretos y parecen pedirnos perdón, absolución, amor.
Muchos de
los relatos de este libro suceden en un vehículo. Me interesan los vehículos, esas máquinas que
fabrican un tiempo entre espacios y que sirven para cambiar los universos. También
me interesan las ciudades, las urbes. Esas colmenas, pajareras, granjas de
individuos extraños.
En Bolas de
Papel de Plata hay cuentos que tienen que ver con las temperaturas, como si
fueran producto de la destilación, el deshielo, la combustión. Hay cuentos
escritos a ras del suelo, a pie de calle; otros son un vuelo rasante, como la
conciencia flotante que no se posa del todo sobre el suelo. Hay cuentos acerca
de la ciudad, ese mecano memorioso. Acerca del ruido ambiente. Sobre las
miradas que se cruzan.
El escenario.
Los previos.
El público.
La presentación.
Y final feliz.
Gracias a tod@s.